Acto poético/musical con Marina Aoiz y Emilio Arias
El martes, 31 de octubre, acompañada de Emilio Arias y su música renacentista, presentaré en la Biblioteca de Navarra, en Pamplona, el libro “Pequeños enebros de dagas y flores escondidas”, publicado por Ápeiron Ediciones. Será a las 19 horas, en la Sala de proyecciones y la entrada es libre. 

Comparto dos de los mensajes recibidos de buenas amigas lectoras y escritoras:
M. A. L. escribe:, “Querida Marina, he acabado la última lectura de tu precioso libro, tan rico en matices, registros, referencias culturales, telúricas, botánicas, minerales…Lleno de misterio y reverberaciones, me venía la imagen de una joya medieval, ricamente trabajada que guarda una secreta imagen, el rostro de Ginebra de Benci, entre enebros y sedas.Es un poemario para releer y seguir descubriendo capas de profundidad y belleza exquisita o de la naturalidad de lo cotidiano…”.
O. A. D. escribe:, “Mi querida Marina: Ayer domingo me llevé tu nuevo poemario a ese lugar que ya conoces y te leí, lo leí, leí el paisaje entero y toda la belleza escondida… Es un ‘libro flor abierto por la página bendita’… Pero todas las páginas son benditas, todas germinan de semillas predilectas… Mi admirada y sintiente enhorabuena, Marina. Una vez más lo has conseguido… y parece, siempre me lo parece, que sin pretenderlo apenas, obedeciendo a una voluntad tuya irrefrenable de ennoblecer el mundo, de ordenarlo como ordenas tu jardín, siguiendo deseos estéticos. Y estética es una cierta ordenación de lo que sentimos al mirar, al curvarnos para contemplar el brote que germina desatendido, de tenderle nuestra mano para atenderlo.Me agrada saber que compartimos una secreta pasión por las lentejas. También yo las cuento como perlas de rosario los días de trascendencia.(…) Tu libro es un regalo, me siento agradecida. Ojalá que llegue a muchos rincones del planeta y los fertilice con su delicadeza.Hay una imagen, Marina, la del insólito pacto: ‘(…) cada vez que ella comiera una manzana debía inventar una palabra’… que me ha hecho reflexionar largo y tendido, también tendida insomne en la cama. ¿Es eso lo que hizo Eva? ¿Arrancar un nuevo discurso-relato del manzano? ¿Liberarse del logos paterno? ¿Inventar sus propias palabras tan esféricas como sus deseos? Precioso-precioso-precioso”.
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