Sala 21 € Palco 17 € Anfiteatro 8 €

Aitor Gorosabel (Voz, guitarra Solista), Xabi Bastida (guitarra rítmica), Galder Arrillaga (batería), Igor Díez (bajo y coros)

La formación de Eibar vuelve con nuevo disco. ‘Maitasunari Pasioa’ (Pasión al amor), un nuevo enfoque más suave con el amor como eje central. Así describe la banda este nuevo lanzamiento: “El amor es eje central de este nuevo disco. Canciones más sensibles, más tranquilas, más íntimas… al estilo de las canciones suaves que han aparecido en todos nuestros discos.  Es muy difícil definir el género. Es simplemente Su Ta Gar”.

La primera escucha solo es una toma de contacto. “Maitasunari pasioa” es un disco de un solo corazón y dos cabezas, la acústica y la eléctrica. Es pleno Su Ta Gar y, a la vez, un disco íntimamente rebelde. Las acústicas y los arpegios tiñen buena parte de su camino, aportan cadencias delicadas y crean fondos de agua para que emerja como un delfín todo el potencial eléctrico de la banda. Lo acústico y lo eléctrico se fusionan como en pocas ocasiones se habrá escuchado. STG van a sorprender por la oposición constante de cada canción, su desarrollo, sonoridad y ataques inesperados. Désele unas cuantas veces al play, sin prisas ni ansiedades. De inmediato brotarán las emociones primarias. Después se irán descubriendo los brotes, luego llegarán los diálogos, los fraseados entre guitarras y ritmo, en un todo original y único. Se quedarán en el consciente las melodías, los estribillos. Y ya no quedará otra solución que rendirse ante la emoción de cada título, ante la brillantez de las composiciones, el uso tan elegante de los arpegios y su fusión con los temperamentales solos eléctricos, muchos de ellos los más admirables que jamás se hayan escuchado bajo las siglas STG.
Cuatro músicos, una identidad. Es difícil no estar familiarizado con estos nombres: Aitor Gorosabel, Xabi Bastida, Galder Arrillaga e Igor Diez. Cada uno es una máquina y en “Maitasunari pasioa” demuestran que además de acero tienen ríos de sangre en el interior de sus cables. Solo así se entiende “Maitasunari
pasioa”, tan descarnado, tan de ferrería, tan pasional. Es delicado y existencial en sus letras, brutal a lo
largo de muchas intervenciones por parte de cada componente, tan sólidos, tan flexibles… Bienvenidos los contrastes. Destaca Aitor Gorosabel, no sé si el chico nació así, con esos poderes o se fue haciendo, pero su calidad componiendo y sus ataques solistas son devastadores. No obstante, contar con un trío detrás como el que tiene es un apoyo al que pocos grupos pueden recurrir y ellos son parte indispensable del todo. Suma a esto composiciones tan inspiradas como las presentes, melodías vocales tan quedonas y explosivas en estribillos. Me sorprenden todas, cada una con su camino. Quizá “Bowiek, denborari” es la más abierta y asombrosa (sigo turbado), con esa primera parte envolvente, los teclados sumando a Ray Manzarek y Jon Lord, guitarra limpia y heavy heavy en su atómico final pulidamente distorsionado.

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Duración: 100 minutos aprox.

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