Tubala Brass Week despide su XI edición a todo volumen
El festival se clausuró el domingo 3 de diciembre con la sala llena disfrutando de la música de las catalanas Balkan Paradise Orchestra
Más de 60 estudiantes de Galicia, Castilla y León, Aragón, La Rioja, Valencia y Navarra participaron en las clases y el taller
Diciembre en Tafalla es sinónimo de Tubala Brass Week. Por undécimo año consecutivo, el festival de viento metal ha reunido del 30 de noviembre al 3 de diciembre intérpretes, alumnado y público amante de la música. Con la voluntad de
acercar música de calidad de manera accesible, el festival programa música de distinta índole que consigue cubrir un amplio espectro y completar la oferta musical del último mes del año.
El director artístico del evento, el olitense Íñigo Remírez de Ganuza, destaca la acogida del festival por audiencia y alumnado, el buen ritmo de venta de entradas y el apoyo recibido desde diferentes entidades, como el Ayuntamiento de Tafalla, el de Olite/Erriberri o Laboral Kutxa.
De Bach a Balkan
En esta edición número once, el menú de conciertos ha sido tremendamente variado. El festival arrancó el jueves 30 de noviembre con una apuesta fuerte por la educación musical de base con un espectáculo audiovisual y musical protagonizado por alumnado de viento metal de las escuelas de Tafalla, Artajona, Zizur Mayor, Huarte y Noáin. En el siguiente concierto, el 1 de diciembre, sonó la banda La Tafallesa, acompañando a los solistas Víctor de Andrés (trombón de la Banda de Vitoria/Gasteiz) y Unai Eseverri (trompeta de La Pamplonesa).
Siguiendo con el producto local, en el primer recital del 2 de diciembre tuvieron su lugar los grupos de música de cámara del Conservatorio Superior de Navarra, en un recital en el que también se pudo escuchar al profesorado del festival integrando el Tubala Ensemble e interpretando piezas para quinteto y sexteto de viento metal. Y, sin duda, el plato fuerte de ese 2 de diciembre fue el concierto para órgano y trompeta en la Iglesia Santa María de Olite/Erriberri, en el que Gábor Tarkövi, solsita de la Filarmónica de Berlín durante más de 15 años y profesor de la Universidad de las Artes de Berlín, desplegó todos los colores de la trompeta. Acompañado por el organista Arkaitz Mendoza, hizo un recorrido por piezas barrocas que dejó a la iglesia muda en varias ocasiones, a pesar de que las plazas estaban completas.
Y, por último, el domingo 3 de diciembre Tubala clausuró la edición con el sold out del concierto de las Balkan Paradise Orchestra. La banda catalana puso al público en pie con su mezcla de sonidos balcánicos, mediterráneos y electrónicos, en lo que fue un cierre por todo lo alto para el evento.
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